La apuesta por la Innovación Tecnológica en el sector sanitario favorece la seguridad del paciente

La simulación clínica se ha asentado como una herramienta esencial en la formación de profesionales de la salud. Al incorporar realidad virtual y realidad aumentada, se crean escenario inmersivos muy realistas que permiten a los alumnos perfeccionar sus habilidades sin perjudicar al paciente.
Los simuladores de pacientes ofrecen escenarios variados, desde procedimientos quirúrgicos hasta la gestión de emergencias médicas. Este enfoque de entrenamiento médico simulado facilita la adquisición de competencias técnicas y no técnicas. No solo vemos una mejora en los conocimientos del alumno, sino que también vemos una evolución en la comunicación y el trabajo en equipo, lo que promueve una educación médica interactiva y centrada en el estudiante.
Un componente crucial en este proceso es el debriefing en simulación, donde los participantes reflexionan sobre su desempeño e identifican con sus compañeros áreas de mejora. Esto refuerza las competencias clínicas simuladas, pues en muchas ocasiones, no somos capaces de ver los errores hasta que lo observamos desde fuera, con una visión analítica.
La innovación en simulación médica no solo mejora la calidad de la formación, sino que también contribuye a la seguridad del paciente. Al integrar tecnología en educación sanitaria, las instituciones académicas aseguran que sus graduados estén equipados con las habilidades necesarias para brindar una atención de primer nivel, garantizando un sistema sanitario más eficiente y seguro.
En resumen, la adopción de tecnologías avanzadas en la simulación clínica está redefiniendo la educación médica, ofreciendo experiencias de aprendizaje únicas y efectivas que benefician tanto a los profesionales de la salud como a sus pacientes.